lunes, 5 de marzo de 2012

Las polémicas grasas trans.




Durante años se ha proclamado a los cuatro vientos que el aceite vegetal es mucho mejor que el de origen animal, especialmente para el colesterol.
Sin embargo, los procesos industriales por los que pasan las grasas vegetales para aumentar su duración los transforman. Su ventaja sobre los aceites de origen animal es más que dudosa.


Y es que la grasa vegetal, que de por sí puede resultar absolutamente inofensiva, puede convertirse en una bomba de relojería tras pasar por los procesos de tratamiento industriales actuales. Con el fin de prolongar la vida de estas grasas y potenciar su sabor, las industrias de alimentación someten a las grasa vegetales a un proceso llamado hidrogenación. Básicamente, consiste en aumentar el número de átomos de hidrógeno de los ácidos grasos poliinsaturados que predominan en los aceites de semillas (girasol, soja,… ).

Como consecuencia, los ácidos grasos poliinsaturados de estos aceites vegetales cambian su estructura natural, llamada cis, por una artificial de tipo trans. Además, algunas grasas saturadas se convierten en insaturadas por la hidrogenación. De esta forma, la composición y la estructura de las grasas del aceite que se anuncia como 100% vegetal acaba teniendo poco que ver con las de un aceite vegetal natural.
Todo esto no tendría mayor transcendencia si no fuera por los resultados de las investigaciones llevadas a cabo sobre el efecto de estas grasas trans. El principal de ellos, o al menos el más conocido, es su influencia sobre el colesterol. Las grasas trans hacen descender el colesterol "bueno" (HDL) y elevan el "malo" (LDL), aumentando el riesgo de arteriosclerosis. Todo ello sin que el consumidor final se entere, confiado en la seguridad que le brinda la etiqueta de 100% vegetal.

Las grasas trans se encuentran principalmente en los alimentados elaborados industrialmente con aceites vegetales, y una dosis diaria de 5 gramos se considera ya peligrosa. He aquí una lista de 10 alimentos con alto contenido de este tipo de grasa:


  • Patatas fritas (150 g): .7 gr. de grasas trans.
  • Bollo industrial (1 unidad): 5-6 gr. de grasas trans.
  • Hamburguesa (200 gr.): 3 gr. de grasas trans.
  • Quesito (1 unidad): 2,2-5,2 gr. de grasas trans.
  • Magdalena (1 unidad): 1-2,1 gr. de grasas trans.
  • Galletas (2 unidades): 1,3 gr. de grasas trans.
  • Margarina (1 cucharada): 0,9 gr. de grasas trans
  • Panecillo comercial (1 unidad): 0,85 gr. de grasas trans
  • Una barra de chocolate (80 gramos): 0,75 gramos de grasas trans.
  • Barrita de cereal (1 unidad ): 0.4 gr de grasas trans.

Disponible en:  www.alimentacion-sana.com.ar
 
Comentario: Las grasas trans puede que se encuentren en los alimentos transgénicos y su consumo conlleva a un mal funcionamiento del organismo.

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