La más grave es que las grandes compañías transnacionales se están apoderando del patrimonio genético de los mexicanos, vía la introducción de transgenes patentados, con el propósito de privatizarlo. Si los empresarios agrícolas caen en la trampa de creer que aumentarán sus rendimientos/ingresos, pronto se enfrentarán con algunos de estos escenarios:
- Baja de precio del grano en caso de por sobreproducción.
- De acuerdo con datos de ANEC, México es el principal productor de maíz
blanco en el mundo. La coexistencia del maíz blanco y el transgénico no es
compatible, ya que el blanco que se produce es para consumo humano y al
contaminarse con transgénico se deprecia a maíz forrajero, teniendo
pérdidas de hasta 8 mil millones de pesos por año.
- Que, como es factible, el maíz no se considere la mejor opción para
generar agrocombustibles y se queden “colgados” los empresarios agrícolas
que reconvirtieron sus sembradíos ante la falsa expectativa de ganar más y
tener el mercado asegurado.
- Que se desquicie el campo y los mercados de alimentos, como ha
ocurrido en Argentina, por volcar todos los recursos a la siembra de una
sola planta. Esto traería más hambre, aumento de precios, mayor
dependencia económica, pérdida de soberanía, una mayor concentración de la
riqueza, y la imposibilidad de autonomía alimenticia de las comunidades
campesinas e indígenas.
En el caso de contaminación por transgénicos las consecuencias serían:
- Pérdida de los maíces nativos que por milenios han sido adaptados a
diversos suelos, climas y humedades. Recordemos que tanto las variedades
híbridas como las transgénicas dependen del material genético nativo para
ser posibles. Un maíz híbrido pierde sus características de una cosecha a
otra, se debilita y necesita de nuevo material que proviene de los maíces
nativos.
- Imprecisión tecnológica: la imprecisión de la tecnología transgénica
es tal, que pueden producirse daños genéticos que deriven en plantas y mazorcas
deformes. Hay evidencia de que el polen de plantas transgénicas produce
alergias o ciertos daños fisiológicos. La acumulación en el cuerpo
humano podría provocar este tipo de efectos.
- El problema de la alimentación es particularmente grave, pues si los
productores se inclinan por sembrar maíz para su venta y conversión a
agrocombustible continuará la escasez de maíz blanco y se repetirán crisis
como las de la tortilla de 2007. Esto sin considerar los daños a la salud
humana.
Por último, uno de los mayores
riesgos actuales para México y el mundo, es que se contaminen los maíces
nativos y la cadena productiva del maíz con transgénicos que producen
sustancias no alimenticias y/o tóxicas como plásticos biodegradables,
solventes, proteínas de uso terapéutico, antidepresivos, etc. A estos
transgénicos se les conoce como biorreactores. Estos transgénicos ya existen en
Estados Unidos y otros países, donde se está utilizando mucho al maíz para
generar estas sustancias.
Fuente: Ecosfera, El maíz
transgénico: qué es y cuáles son sus consecuencias. 18/07/10.
<http://www.ecoosfera.com/2010/07/el-maiz-transgenico-¿que-es-¿cuales-son-sus-consecuencias/>
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